Cuando
vibra tu cuerpo
se encienden los lapachos
de agosto, florecidos
y al ser dos,
la soledad tan nuestra
las soledades se aúnan
brota el fuego que inflama
los sentidos
y somos entonces tú y yo
la burbuja palpitante
de tu cuerpo y el mío.
2 comentarios:
Buenos días, Augusto
Que preciosidad su poema, enhorabuena, me gustó muchísimo!
Así da gusto empezar el día!
creo que ya traté de contactar contigo, Diana. de cualquier manera, el poema que citaste forma parte de mi poemario A VOS, que apareció el año pasado. Si te interesa y me das una dirección física, te haría llegar un ejemplar. mi correo es augusto.casola@gmail.com. Augusto
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