La flor de coco aroma
el calor de Nochebuena
y en el pesebre resuena
la alegría que asoma.
Es víspera de Navidad
esta noche nace el niño
causa de todo este aliño
de dulzura y de piedad.
Rebuzna el asno aburrido
la vaca muge su hastío
y en la calle un gentío
busca el champán preferido.
Sin preocupación alguna
ajeno a su destino
- que un día lo hará divino -
duerme el niño en su cuna.
María su madre lo mira
con una dulce sonrisa
y el amanecer se irisa
en tanto José suspira.
Dejaron los Reyes Magos
oro, mirra e incienso
confundidos sobre el pienso
y desconfiados halagos.
Nació un niño en Belén
ha nacido y de sus manos
fluyen anhelos humanos
porque reine sólo el bien.
Ya partieron los pastores
y los Reyes ya se han ido
la Navidad ha concluido
y renacen los dolores.
Aroma la flor de coco
el pesebre engalanado
y un niño recién bañado
lo mira y se aleja a poco.
Esta noche es Nochebuena
y mañana es Navidad.
Augusto Casola